martes, 27 de diciembre de 2011

Polémicas dentro de la Ciencia Política en el Perú.A propósito del artículo "los politólogos salen a la calle"


Estudie Ciencia Política (CP) y confieso que me gusta hacer política ¡Pero no se alarmen Politólogos! No quiero decir que por haber estudiado CP hago política. Estudiar una disciplina u otra no impide hacer política. Claro que entiendo que entre los politólogos y estudiantes de CP les resulta muy sensible y hasta irritante hacer tremenda comparación. Lo curioso es que muchos no saben en sí que hace un politólogo o tal vez les resulta muy simple autocalificarse como un asesor político. Más allá de ello, lo cierto es que un politólogo es un científico social, al igual que un antropólogo, sociólogo, filósofo, historiador, comunicador, geógrafo o trabajador social. Analiza los mismos fenómenos sociales que cualquier otro profesional en las Ciencias Sociales pero con fines diferentes. Estos fines están comúnmente relacionados con el poder del hombre en el sistema político. En la actualidad, el que hacer de la Ciencia Política está vinculado a la Política Comparada, Relaciones Internacionales y a la Gestión y Administración Pública. Sin embargo estos espacios no son únicos y hay algo más.

Se dice que formamos parte de una disciplina joven y cada vez que la escucho la entiendo en sentido conformista. Hemos hecho quizás mucho o poco por la carrera, a decir verdad son pocos los que se animan a hacer algo por la carrera, pues casi todos se consideran que aún no están aptos para hacer CP. ¿Y cuando estarán aptos? La respuesta está en ti amig@ politolog@ o estudiante de CP.

Muchos creen que por sacar la nota más alta con el profesor más exigente o del que dicen que sabe más, los convertirán en grandes politólogos, claro algunos son masoquistas y se sienten bien con las torturas. Otros creen que leyendo “torres de libros” o memorizándose al pie de la letra los textos de S. Bartolini o de Eva Anduiza sabrán más que otros que no lo memorizaron, sino que lo entendieron. Lo lamentable es que una vez terminada la carrera recuerdan lo que aprendieron, pero no saben cómo utilizar ese conocimiento.

Algunos consideran que hacer Ciencia Política es sentarse en un escritorio y escribir tantas teorías, artículos coyunturales o análisis políticos como se pueda, otros creerán que será mejor publicar un libro especializado en la disciplina, pero cuando lo quieran hacer se darán cuenta de que no cuentan con los recursos suficientes o no tienen “amigos” tal como lo afirma  Adriana Urrutia en un artículo publicado en el diario La República. Otros quizás preferirán conseguir un trabajo en la ONG, Asociación “x”, municipalidad “y” o en el mejor caso en el Congreso de la Republica (según las percepciones e intereses de cada uno) para hacer ciencia política y poder demostrar todo lo que aprendieron y las excelentes notas obtenidas en el aula de clase, pero tarde o temprano, salvo reconocidas y aplaudibles excepciones, también se darán cuenta de que necesitan de amigos.

En este escenario, mientras tanto, el día domingo salió un artículo en el diario La República “Los politólogos salen a la calle” que reúne a jóvenes politólogos y a un sociólogo con trayectoria en Ciencia Política, quienes plantean una propuesta para los que hacen Ciencia Política o mejor dicho, para los que estudian Ciencia Política y para los Politólogos. Es una nueva forma de poder desarrollarse dentro de la CP. Solo es una alternativa y de seguro puede haber otras formas con estilos propios y con ideas innovadoras. Es el resultado de las propias características de quienes conforman esa “generación” o grupo de la PUCP.

Carlos Meléndez y la denominada generación “post Tanaka” ha generado debate entre muchos; muy criticable porque rompen esquemas tradicionales de apariencias y formas de actuar. Quizás porque se piensa que es mejor ver a un politólogo con terno y corbata, hablando de ciencia política en un centro de convenciones con tragos finos, en vez de estar en el Queirolo con una gaseosa y dos Pilsen heladas. No cabe duda que es una cuestión de gustos.

Por otro lado el debate también se centra en la formación académica, porque no hicieron un pre grado en CP. Carlos Meléndez es sociólogo, al igual que Martin Tanaka, del cual muchos no están de acuerdo en tomarlo como referencia precisamente por no haber echó el pre grado en CP. Eduardo Dargent, otro caso, es abogado, con maestrías o doctorados en CP. Pero, más allá de todas las apreciaciones sobre los nombrados, que son algunos casos, lo cierto es que parecen hacer más por la Ciencia Política que los politólogos propiamente dichos.

Esta realidad es ciertamente preocupante para los politólogos de carrera, porque pone en evidencia que los que estudiaron CP en el pregrado, no están ocupando los espacios que les corresponden o si lo están haciendo no tienen mayor repercusión y se mantienen en el anonimato. Cambiar esta realidad no es tarea difícil, parte del compromiso de cada uno. Hay que innovar y plantear las propuestas, quizás lleguen a tus oídos criticas y más críticas y hayan fracasos, entonces será momento de empezar de nuevo y seguir produciendo. Esta dura realidad es compartida entre las universidades en que se enseña Ciencia Política, no es un problema de la universidad pública o privada. Es un problema de los que estudian y estudiaron Ciencia Política.

La crítica debe ser constructiva y positiva para los politólogos y para los estudiantes de CP. ¡Para nosotros! Por ello debemos preocuparnos menos en averiguar si eres politólogo porque hiciste un Pre Grado o una maestría[1]; si tienes título profesional o con las justas tienes bachiller o porque escribes más temas que consideras propios de tu disciplina. Estamos dentro de las Ciencias Sociales y nuestro estudio es interdisciplinario. Hay tantas cosas por hacer, hay tantos espacios por explotar y liderar que de seguro, todos podremos desarrollarnos con más o menos formalismos. Por ejemplo la organización del tan hablado Colegio de Politólogos, es un espacio adecuado para aquellos que gusten de la Gestión y Administración es una iniciativa que debe nacer de un POLITÓLOGO y no de un congresista preocupado por la CP. Recuerda que todos podemos hacer CP.

Nota: Entrar al Link para ver la presentación del libro Post-Candidatos. Guía analítica de supervivencia hasta las próximas elecciones http://erichluna.wordpress.com/2011/12/20/post-candidatos-guia-analitica-de-supervivencia-hasta-las-proximas-elecciones/



[1] A decir verdad no comparto la idea de que se autojudique una profesión más por el solo echó de llevar una maestría. Por ejemplo siempre escuche que Julio Cotler es politólogo. No estoy de acuerdo.

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